- Construidos íntegramente con materiales de primera calidad.
- Filtros de acero inoxidable.
- Tienen certificación sanitaria.
- Mantiene el PH del agua, caudal y presión.
- Protección de instalaciones sanitarias, domésticas, colectivas y agrícolas.
- Descalcifica, elimina partículas sólidas y las incrustaciones calizas en las tuberías.
- Protege la red, tuberías, máquinas, grifos, etc…
- Retiene los metales pesados.
- No necesitan corriente eléctrica.
¿Cual es el funcionamiento del descalcificador SICCAL®?
El descalcificador SICCAL es un sistema de tratamiento de agua que combate con eficacia los depósitos y las incrustaciones de cal en tuberías y en las conducciones de calentadores, calderas y lavadoras.
Es una solución 100% natural y eficaz que sustituye a los tradicionales tratamientos químicos, a menudo sin éxito y repetitivos, que no sólo son caros sino que también son perjudiciales para el medio ambiente.
La cal está presente dentro del agua en forma de un mineral con estructura cristalina llamado Calcita, que tiene forma de bloque y que posee la propiedad de incrustarse de manera progresiva en las tuberías y los elementos de nuestras instalaciones, formando capas con una tendencia a ser cada vez más gruesas.
El sistema SICCAL utiliza unos ánodos de NEODINIO de gran potencia que liberan iones los cuales reaccionan con el calcio para formar cristales de Aragonita, un mineral de idéntica composición química que la calcita, pero con distinta estructura cristalina (en forma de aguja) y sobre todo sin propiedades incrustantes ni adherentes, consiguiendo de esta manera prevenir la formación y la acumulación de cal, y formar a la vez una fina capa protectora.
El funcionamiento del descalcificador se basa en un embolo magnetico que forma el cuerpo del sistema, que en contacto con el agua genera una tensión. Esta tensión es la causante de la transformación de la calcita en aragonita .
Así conseguimos transformar la cal dura en cal suave.
Esta Aragonita transformada continúa su recorrido a través de las tuberías y circuitos de nuestros elementos, desincrustando a su paso toda formación calcárea y sin adherirse sobre ningún soporte, evacuándose al final con el agua.
Hay que indicar que si el agua se almacena en sitios donde no hay un flujo continuo, estos depósitos se vuelven a formar, pero con la diferencia de que esta vez tendremos aragonita no incrustante en lugar de la calcita. Este sistema de tratamiento de agua contra la cal ofrece un resultado totalmente ecológico, debido a que el agua tratada no se altera por medios químicos.
Transcurridos varios meses después de la instalación del descalcificador, podremos observar cómo los depósitos de cal van desapareciendo gradualmente.
Sin tratamiento, la cal obstruye las tuberías hasta atascarlas casi por completo, impidiendo el libre flujo de agua. Esto puede generar importantes costes de reparación en calderas y equipos, mayor consumo de gas y más que posibles roturas debido a la excesiva presión.