El consumo de agua embotellada deja huella a nuestro alrededor y en nosotros

Se estima que 6,5 millones de toneladas de plástico llegan año tras año hasta los océanos, a nuestros mares. Las cifras exactas no se conocen. Estos residuos plásticos provienen de todos los países. En el Pacífico se pueden encontrar vertederos de plástico con superficies casi tan grandes como toda Europa. Nadie sabe a ciencia cierta cuánto plástico se ha hundido ya en las profundidades del mar.

 

Rodeados de un mar de plástico

Los residuos plásticos procedentes de las bolsas de plástico, pero especialmente el plástico procedente de las botellas de agua desechables, flotan en nuestros arroyos, ríos y lagos, y se mueven diariamente hacia el mar. Solamente de agua se embotellan cada año unos doscientos mil millones (200.000.000.000) de litros en botellas de PET. Y todavía no hemos hablado de las otras bebidas que también son envasadas en botellas de PET, o de los 20.000.000.000 litros de crudo necesarios para la producción de las botellas de agua de PET.

El plástico triturado procedente de botellas de plástico, ropa a base de microfibra, cosmética, pastas dentales, etc., no se descompone y acaba en el plancton. De ahí pasa a los peces y aves marinas, y regresa a la alimentación que ingerimos los seres humanos. Fragmentos de plástico mayores terminan en los estómagos de animales como las tortugas, que confunden las bolsas de plástico con medusas. Muchos de estos animales se mueren de hambre con sus barrigas abultadas, llenas de plástico.

El consumo de agua embotellada deja huella  a nuestro alrededor y en nosotros

Disruptores endocrinos, trastornos de fertilidad y hormonales

Las botellas de plástico liberan a altas temperaturas disruptores endocrinos y sustancias cancerígenas. Los resultados de estudios recientes confirman lo que la mayoría ya sabía: es peligroso beber agua embotellada cuando ésta ha permanecido largo tiempo bajo el sol.

Los disruptores endocrinos, BPA y otros imitadores de hormonas afectan al desarrollo del sistema nervioso central y alteran el efecto de las hormonas en el cuerpo. El resultado puede ser cáncer, diabetes, obesidad y trastornos de fertilidad.

Investigadores de la Universidad Goethe de Frankfurt ahora han descubierto esta actividad estrogénica por medio de un sencillo experimento con caracoles. Una determinada especie de caracol se mantuvo durante 8 semanas dentro de botellas de plástico y posteriormente se comparó con los respectivos grupos de control que vivían en botellas de cristal. La diferencia en el número de embriones permitió detectar la actividad estrogénica que resultó ser diferente en muchos distintos tipos de botellas de plástico, mientras que no se observó ningún cambio con las botellas de cristal. Y ya se sabe que el tereftalato de polietileno (PET) libera el metal pesado antimonio.

Sin embargo, las botellas de agua no son la única fuente de sustancias plásticas nocivas, aunque desde el punto de vista global representan con mucho el mayor desastre plástico y la industria sigue tratando de confirmar desesperadamente la seguridad de las botellas de PET.

 

El agua está en todo

Absolutamente cualquier tipo de alimento que ingerimos está influenciado por la calidad del agua, así como también cualquier función del cuerpo.

Está la regulación de la temperatura corporal, el proceso de envejecimiento incluido la renovación celular, el buen funcionamiento de las articulaciones, el efecto amortiguador de los discos intervertebrales, el sistema nervioso, las células cerebrales y la circulación de la sangre, todo se mantiene en funcionamiento gracias al alimento que es el agua. El problema es que el cuerpo humano no puede almacenar esta gran medicina que es el agua, si es que lo es.

Espero que pronto despertemos a que no es muy sabio ni responsable pagar una gran cantidad de dinero por lo aparente del estilo de vida que representa el agua embotellada y provocar con los miles de millones de botellas de plástico un desastre ecológico mundial.

 

Agua vitalizada, una alternativa de calidad y salud

¿Existen alternativas al agua mineral embotellada para poder acceder a un agua de calidad sin los efectos nocivos del PET?. La respuesta es sí. Una de estas posibilidades es la de  vitalizar el agua que sale de nuestros grifos. Con unos filtros de calidad,  y las técnicas y el mantenimiento adecuado podemos convertir agua corriente en un agua vitalizada exenta de todas aquellas sustancias nocivas que por defecto acompañan nuestro agua corriente. Además de ganar en salud, cuidamos nuestro medio ambiente con una solución ecosostenible.

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